Las intensas precipitaciones dejaron un total de 33 mil afectados en Alto Hospicio.

Las lluvias se hicieron sentir con intensidad durante la jornada del domingo. El fenómeno climático se presentó desde la madrugada con fuertes vientos y luego, con intensas precipitaciones que se mantuvieron de manera intermitente por cerca de 7 horas.

A consecuencia de ello, se movilizó una gran cantidad de pobladores que realizaron filas para obtener  plástico en las dependencias municipales, entregándose durante la jornada 8600 cortes. Además, obligó a la habilitación de tres albergues, puntualmente, en el gimnasio techado Los Álamos, el Colegio Simón Bolívar y el jardín infantil Suma Inti, donde se mantuvieron 10 familias en total durante el desarrollo del fenómeno climático.

El alcalde de Alto Hospicio, Ramón Galleguillos, cuantificó en 33 mil 700 los afectados en la comuna. “Las precipitaciones son las peores que se han registrado en la región en las últimas dos décadas, en términos de cantidad e intensidad. No habíamos visto un fenómeno de esta envergadura en años anteriores. Sólo en la comuna tenemos miles de afectados y los damnificados de los terremotos que azotaron a la región en abril del 2014, han sufrido también los efectos, ya que sus casas de emergencia no soportaron las precipitaciones. Si continúa lloviendo podría producirse un verdadero caos”, sentenció la autoridad.

La autoridad indicó que 200 funcionarios de la casa consistorial trabajaron para atender los requerimientos de la ciudadanía durante las 24 horas del día. “Lamentablemente, aunque la comunidad sabía que se produciría este fenómeno pues hubo suficiente información previa, no tomó las providencias del caso. Si bien es cierto, entendemos que existen familias que no poseen recursos para reparar sus techumbres, hay gente que sí los tiene y no se preocupó. Como municipio tuvimos que atender la demanda de ambos con recursos propios y los materiales que nos proveyó la ONEMI”, indicó.

Fuera de las lluvias, se produjeron anegamientos de calles, cortes de energía y la deslizamientos de material en el sector del zig – zag, lo que ha obligado a mantener cerrada esa vía para todo tipo de vehículos, hasta que se pueda despejar con maquinaria y sea revisada por expertos.